Es una constante: Los grandes motores de bases de datos te cobran «un ojo de la cara» por cada opción de tu sistema, hablamos de que un software para punto de venta puede rondar entre un cuarto y el medio millón de pesos… incluso más!!! para pocos usuarios y una labor tan sencilla como vender desde una caja abierta, se vuelve una labor muy costosa.
La única razón lógica es: «Al ser el software caro, debe ser mejor», pero esto no es del todo cierto.
Puedes adquirir el motor de base de datos más caro, pero ¿Puede el software más costoso garantizarme el éxito total o me devuelven mi dinero?
La respuesta es NO, y la razón es muy simple, no depende del software… Si no de la forma en la que se implementa, y es ahí donde los grandes motores de bases de datos basan su virtud en la robustez de su núcleo y subestiman la implementación, esto es una constante también, porque lo encontramos en varias implementaciones.
Si algo es seguro, es el argumento: Mi motor de base de datos es muy robusto con muchas herramientas y virtudes «sobradas».
Pero en más de una implementación hemos visto que los métodos utilizados para implementar son ambiguos y lleva demasiadas sesiones de trabajo entender algo que debería ser muy general.
Por ejemplo, la contabilidad: Tienes un catálogo de cuentas, mayores y auxiliares… y estas últimas son las afectables…mediante pólizas con un asiento del debe y otro al haber, y esto es lo general, después viene lo específico de la operación y es aquí donde «La excesiva confianza en el software, se degrada por ambigüedad y poco apego a las normas fiscales nacionales«.
Al ser un producto caro, también los servicio son caros, con costes que se tasan en dólares y con horas excesivas (hablo de entre 10 y 20 horas para analizar algo, que debería ser muy general, como los pagos a proveedores y retiros de bancos, por ejemplo).
La interpretación de muchos usuarios es «Se les pagó para que aprendieran mi operación, y lo aprendieron mal…», porque después…
Al final, ya casi a la entrega de la implementación… empiezan a salir pequeños detalles NO CONTEMPLADOS y que originan otro periodo de 10 o 20 horas de análisis, 1 o 2 meses de desarrollo, 2 semanas de prueba y algunas sesiones de trabajo extraordinarias (que por supuesto también van cobradas).
Cuando se sale de control el costo y las acciones no abonan al resultado esperado, la solución es la ejecución de procesos desde el mismo motor (que no tienen ya nada que ver con tu operación, sino más bien con un parche o una corrección manual)
Aquí viene la paradoja, un sistema de esas dimensiones… Cuando es correctamente implementado en función de los procesos y procedimientos del negocio, es muy, muy simple de operar y controlar.
Pero en contraparte, si no existe un buen control y administración del sistema, tanto en su frontend como su backend… Es muy fácil romper con los flujos y provocar que los usuarios caigan en lo que estamos comentando… haciendo todo por fuera y solo metiendo información para almacenarla, entonces te queda: Una bodega de datos muy cara.
La integración de Motores de bases de datos «caros» con sistemas de tipo general cerrados, ya es una realidad… Empresas del «Primer orden» buscan software de uso general (por ejemplo un Retail o POS) de un TIER más abajo y que sea programable su integración desde este mismo (por su costo asequible y en menor tiempo que «los especialistas» del software caro).
Seguro es algo que nadie te dirá de inicio, así que medítalo:
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